Alejandra Arenas

¿Alguna vez has vivido una experiencia que haya puesto a prueba tu fe en Dios?

Viví el dolor más profundo que puede experimentar una mamá. Nuestro segundo hijo, primera niña, recién nacida, contrajo un virus que atacó sus meninges y luego su corazón, falleció en mis brazos.

Si estás pasando por un momento difícil que incluso pone a prueba tu fe en Dios, yo te puedo decir con total certeza que existe y que te sostiene cuando crees que ya no puedes más.

Mi experiencia con el tema

Luego de esta experiencia que me marcó para siempre hace más de 20 años he trabajado en la búsqueda de darle sentido y resignificar esta pérdida y la de otros dos hijos que no nacieron.

A través de la meditación, de mi formación como consteladora familiar, de certificarme como coach, oradora y speaker creé una charla que he denominado “Toda vida cuenta”, en la que pretendo transmitir las cinco enseñanzas que me quedaron tras haber vivido la muerte de una hija y la pérdida de otros dos bebés.

Sobre mí

Soy líder, esposa, mamá, deportista aficionada y abogada especializada en Derecho Comercial y Financiero con experiencia en los sectores público, privado y social.

Dirijo desde hace 10 años una Organización Internacional sin ánimo de lucro que promueve la inclusión social y laboral de personas con discapacidad intelectual.

Me formé con Bert Hellinger como Consteladora Familiar y Organizacional. Soy coach, speaker y oradora certificada por John Maxwell. Recientemente certificada por Tonny Robbins en su curso de Unleash the Power.

Pero lo más importante soy una convencida que a este mundo vinimos a aprender y que cuando cambias tu perspectiva las cosas cambian. Así que creo que por más retadora que sea la experiencia siempre hay un aprendizaje poderoso.

Estoy lista para ti, para tener una conversación desde el alma y a compartirte lo que a mí me ha servido resignificar el dolor. !Qué delicia tomarnos un café!

Estructura de la conversación

Te propongo que conversemos alrededor de estos ejes:

• La experiencia que viví en la pérdida de cada uno de mis hijos.
• Las cinco grandes enseñanzas que me dejó este proceso